Impotencia, pero sobre todo mucha indignación. Esas fueron algunas de las sensaciones que recorrieron el cuerpo de Héctor Rodríguez, un vidriero de 34 años de Bernardo de Irigoyen que el miércoles por la tarde, mientras se encontraba en Posadas, se enteró que su familia fue víctima de un violento asalto por parte de dos delincuentes.
Su esposa, dos hijas pequeñas y dos hermanos fueron amenazados con armas de fuego y así los asaltantes lograron escapar de la vivienda con dinero, cheques y celulares, lo que dejó un perjuicio económico que superó los 700.000 pesos.
En menos de cinco minutos los delincuentes abandonaron el inmueble.
Según los damnificados, los malvivientes serían los mismos que un día antes estuvieron merodeando el barrio con la supuesta excusa de buscar un inquilinato y que mediante eso tenían datos precisos sobre los movimientos del comerciante y sus allegados. Además, es el tercer ilícito que sufre el hombre, tanto en su hogar como en su negocio ubicado en la zona céntrica de la localidad, hechos que hasta ahora no fueron esclarecidos. Tampoco recuperó sus herramientas y dinero perdidos.
El último hecho de inseguridad se produjo minutos después de las 18.40 y duró poco menos de cinco minutos. Yanina, esposa de Héctor, había llegado hacía pocos minutos a su casa y al momento del ataque se encontraba con sus dos hijas pequeñas y dos hermanos de Héctor.
Durante una charla con este matutino, Héctor (34) comentó cómo tomó conocimiento del hecho y los detalles que su esposa le comentó por teléfono: “Me llamaron y me dijeron que fue a las 6.40 de la tarde. Que entraron con pistolas, dos hombres con barbijos, capuchas y gorras. Mi señora llegó a ver que uno tenía ojos verdes y que tenía un tatuaje en el cuello. No se ve bien si es un escorpión, una flor o qué”.
Luego narró: “Cuando ellos llegan mi señora estaba en la pieza secándose el cabello y mira por la cámara y le dice a mi hermano ‘cierren la puerta que ahí vienen los tipos de nuevo’.
Corrieron y cerraron el portón eléctrico. Pero mi otro hermano cuando sale a ver si siguieron de largo ahí lo emboscaron con armas”. Acto seguido el comerciante comentó que su esposa y las nenas quedaron encerradas dentro de la casa, pero que en el patio sus dos hermanos fueron rápidamente encañonados por los malvivientes que a las patadas gritaban para poder ingresar.
“’Yanina abrí la puerta porque me va a tirar a mí’” dijo en un momento mi hermano y ahí ella tuvo que abrir. Entraron y empezaron a revisar todo, mis guainas empezaron a llorar. Se llevaron más de 200.000 pesos en efectivo y un cheque por 500 mil. Como mi mujer lloraba ellos le decían que se calle o si no le tiraban a la cabeza, además le apuntaban a las guainas. Se ve que son personas que están acostumbradas”, agregó el entrevistado.
El trabajador, quien es oriundo de San Vicente pero que desde hace 11 años está radicado en Bernardo de Irigoyen, donde edificó su emprendimiento de fabricación de aberturas y colocación de vidrios, añadió que en su comercio ya tuvo otros dos hechos delictivos previos. Uno de ellos ocurrió la semana pasada y el otro en febrero.
Inteligencia previa
En otro tramo de su relato, el damnificado recordó que la noche previa, antes de viajar a la capital provincial para instalar vidrios, se topó con quien sospecha son los mismos delincuentes que un día más tarde ingresaron a su domicilio.
En ese sentido recordó que “el martes a las 9 de la noche salí para ver qué estaban buscando. Uno de ellos me dijo que andaban buscando alquiler, pero le dije que no, más a esa hora, me dijeron que eran del barrio Santa Rita. Llamé al vecino y le encaramos y ya me salió con otro verso, que estaban buscando a un tal Braga que alquilaba entonces el vecino le dijo ‘ustedes vienen con malas intenciones, rajen de acá’, y ahí se fueron”.
Uno de los ladrones tenía ojos claros y un tatuaje en lado izquierdo del cuello.
También sostuvo que a partir de las imágenes de las cámaras de seguridad que tiene en su domicilio pudo advertir que ese martes, el dúo desconocido arribó al frente de la casa a las 21 y que tras pasar por el acceso principal uno de ellos se acercó hasta el garaje y notó que estaba la camioneta del dueño de casa.
“Fueron los mismos que anduvieron la noche anterior dando vueltas y que ese día no entraron porque vieron la camioneta, porque ellos se acercaron al portón y ahí se prendió la luz del sensor de movimiento y se ve que pensaron que alguien la prendió”, agregó.
Al ser consultado por cómo se enteró del hecho remarcó que fue su pareja quien le avisó: “Yo quería abandonar todo cuando me enteré que mis hijos estaban mal. Yo presentía que podían volver y eso me dejaba mal y toda la noche no pude dormir. La plata va y viene pero sus vidas no, ahora no sé qué más poner, porque cámaras ya tenía. Ya tenía alarma, pero igual no hay respeto”.
Por este hecho interviene la Unidad Regional XII y según comentó el entrevistado, a partir de algunos datos característicos, uno de los ladrones ya fue identificado, aunque hasta ahora no fue ubicado.
En tanto que además del robo al vidriero, otros dos vecinos también fueron víctimas de robos en las últimas semanas.
En cifras
Fue el monto en efectivo que se llevaron de la casa del vidriero. Junto con un cheque por 500.000 y los celulares y billeteras de todos los presentes.