Luego de la victoria sin brillo ante Huracán en el debut de la Liga Profesional en el Cilindro de Avellaneda, Racing se presentó en Jujuy para afrontar su compromiso ante Agropecuario en la lucha por un lugar a los octavos de final de la Copa Argentina. Con un mix compuesto entre titulares y suplentes, la Academia salió a buscar la victoria desde el primer minuto con la presión constante que ejerció Fabricio Domínguez por el sector derecho y la vía aérea a cargo de Javier Correa.
La pelota dividida fue uno de los factores que más molestaron a Fernando Gago, y los centros peligrosos que cayeron en el área de Gastón Gómez despertaron más de una preocupación en el entrenador de la Academia. Los fantasmas de lo sucedido en la Copa Sudamericana y la Copa de la Liga empezaban a sobrevolar el cielo norteño. Y los avances comandados por Carlos Alcaraz y Tomás Chancalay tampoco representaban una solución en la entidad de Avellaneda.
Recién a la media hora Pintita recuperó algo de oxígeno cuando el ex atacante de Colón fusiló a Williams Barlasina después de una gran asistencia del Lolo Miranda. Con el 1 a 0 Racing festejó con euforia el triunfo parcial. La conquista de Chancalay llegó en el momento justo, y los lamentos de Diego Osella se reflejaron en el rostro del estratega del Sojero. Sin dudas, su idea era llegar al descanso con el arco en cero para jugar con los nervios de su rival en el complemento.
Sin embargo, los de Carlos Casares tuvieron su premio gracias a una falla ajena. Un pelotazo aislado a las espaldas de Juan José Cáceres encontró a Brian Blando en una posición inmejorable para celebrar el empate. Una situación similar en los últimos movimientos del primer tiempo, cuando el delantero volvió a capitalizar la lentitud de Emiliano Insúa para definir entre las piernas del Chila Gómez. Otra vez Racing sufría un duro golpe en un encuentro mata-mata.
Las malas noticias continuaron en el elenco albiceleste con la lesión que sufrió Carlos Alcaraz. El joven volante surgido del Tita Mattiussi abandonó el campo con una dolencia que aparentaba ser un desgarro. Y con el resultado adverso Gago envió a la cancha a Jonatan Gómez y Enzo Copetti. Charly y Facundo Mura fueron los que dejaron el compromiso.
Matías Rojas fue otro de los recursos a los que apeló Racing para llegar a la igualdad. El paraguayo aportó claridad y remates de media distancia, pero la soberbia de Barlasina atentó contra los deseos académicos. Además, Correa tuvo otra noche negra y tampoco pudo capitalizar las acciones de riesgo que tuvo a su favor. Al igual que contra River Plate de Uruguay y Boca en la cancha de Lanús, la meritocracia fue ignorada y la entidad de Avellaneda se despidió de otro campeonato sin merecerlo. La injusticia volvió a ser parte del fútbol. Al equipo de Gago le queda un solo objetico en el semestre, mientras que Agropecuario continuará su camino hacia los octavos de final, donde se medirá frente a Boca Juniors, que en primer turno eliminó a Ferro.
Vélez Sarsfield alcanzó los octavos de final de la Copa Argentina al vencer a Independiente Rivadavia de Mendoza por 1 a 0 con un gol a cinco minutos del final del juvenil Abiel Osorio. El partido que disputaron en San Luis los de Liniers y los del Parque San Martín mendocino pareció predestinado a la igualdad en cero desde que arrancó, ya que hubo un solo disparo al arco durante los primeros 45 minutos y fue por obra y gracia de un zurdazo de Luca Orellano que fue solventado por el experimentado arquero de la Lepra, Jorge De Olvera, recién llegado desde Platense.
Ni Vélez, el de mayores obligaciones por ser de primera división, ni Independiente Rivadavia, que está noveno en el campeonato de la Primera Nacional y viene de tres victorias consecutivas, pudieron hacer prevalecer sus respectivas posturas. Es que los conducidos por el uruguayo Alexander Medina quisieron imponer condiciones y jamás lo consiguieron, mientras que los dirigidos por Gabriel Gómez, que manifestó antes del juego que el suyo era “un equipo desgastante”, nunca lograron meter un estiletazo efectivo cuando intentó progresar por los costados con alguna contra rápida.
De esta manera el desarrollo se volvió “inodoro, incoloro e insípido” sin solución de continuidad de un tiempo a otro. Porque nada se modificó en el complemento, ya que Vélez se mostró siempre inofensivo, sin el peso que suelen mostrar Lucas Pratto y muy especialmente su goleador, Lucas Janson, bien controlados por la doble línea de cuatro que pararon los cuyanos. De esta manera el partido se fue extinguiendo como el miércoles para que la definición se prolongara a la madrugada del jueves.
Vélez, que pareció tener la cabeza en otra parte (debe jugar los octavos de final de la Libertadores ante River Plate y está por incorporar al experimentado zaguero central uruguayo Diego Godín), recién llegó justamente por esa vía sobre los 40 minutos, cuando recién empezó a acelerar en el partido, a través del recién ingresado Abiel Osorio. El gol tuvo cierto aroma a injusticia porque los de Liniers nunca acreditaron méritos para ponerse en ventaja, y este tanto cayó como un baldazo de agua fría para la multitud de hinchas del equipo mendocino que llegaron a San Luis en franca mayoría por sobre los de Vélez. La victoria dejó entonces a los velezanos en los octavos de final de la Copa Argentina, instancia en la que se enfrentarán con el ganador de la serie de 16avos, de final entre Independiente, de Avellaneda y Atlético Tucumán.