La Cancillería argentina recibió las cartas credenciales del embajador de Suiza en Buenos Aires, Hans-Ruedi Bortis. Lo que debía ser un evento protocolar sin mayor trascendencia política tuvo repercusiones públicas por un yerro diplomático. Durante el acto, el ministerio de Relaciones Exteriores incluyó una bandera de Dinamarca en lugar de la de insignia nacional del país ubicado sobre la cordillera de los Alpes europeos.
El confuso incidente, que ocurrió el 20 de julio pasado, desencadenó un nuevo reproche de la oposición de Juntos por el Cambio. Se trató de una actividad encabezada por María Jimena Rivero, directora de Ceremonial del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto.
“Que el Canciller no hable inglés es un papelón, pero que reciba al Embajador de Suiza con la bandera de Dinamarca es una falta de respeto inaceptable. Renuncie y le ofrezco capacitación gratis, Santiago Cafiero”, afirmó el diputado nacional Ricardo López Murphy a través de las redes.
La reacción del diputado de Juntos por el Cambio tuvo repercusiones de más dirigentes opositores, sobre todo por tratarse de una cuestión ceremonial básica de la diplomacia. La diputada nacional María Eugenia Vidal comentó: “Cancillería recibió al Embajador suizo con la bandera de Dinamarca. Gobierno de científicos?”. Mientras que el legislador Fernando Iglesias ironizó: “Suiza, Dinamarca, sé igual. -Traé la roja con la cruz blanca. -No se hable más”.
El canciller Santiago Cafiero en varias oportunidades fue blanco de críticas por su gestión al frente de la política exterior. El diputado Ricardo López Murphy en su incisivo comentario recordó sus dificultades al pronunciar un discurso en idioma inglés durante la feria internacional Expo Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos. También hubo un reproche del Colegio de Traductores Públicos de la Ciudad de Buenos Aires (Ctpcba), que lamentó el nivel de habla del idioma extranjero mostrado por el funcionario.
A raíz de esa discutida intervención diplomática, Juntos por el Cambio ya había formalizado un pedido de renuncia del canciller. Lo formuló el titular del bloque del PRO, Cristian Ritondo, y los jefes de los bloques radicales Mario Negri (UCR) y Rodrigo de Loredo (Evolución). A través de un proyecto, los diputados opositores presentaron un proyecto de resolución en la Cámara Baja en el cual solicitan exigiendo el alejamiento del funcionario del máximo organismo diplomático de la Argentina.
Según reprodujo el diario La Nación, el traspié protocolar con el embajador fue minimizado por la delegación suiza y rápidamente se corrigió en el momento.
Hans-Ruedi Bortis nació en 1960 en la comuna de Fieschertal, Valais. Es casado y padre de dos hijos adultos. Cuenta con una Licenciatura en Derecho Civil y Canónico por la Universidad Lateranense de Roma, y desde 1991 ingresó al servicio exterior de Suiza. En 2003 ya había realizado una misión en Buenos Aires como Jefe de Misión adjunto, mientras que en 2007 ocupó el mismo cargo en la Embajada de Suiza en Moscú.
Entre otras actividades diplomáticas relevantes figura como jefe de misión de la Embajada de Suiza en Montevideo a partir de noviembre de 2009, mientras que en 2013 asumió la representación diplomática en Lima, Perú. También encabezó las delegaciones de Guatemala y Honduras, durante el período entre 2017 y 2022.
En abril pasado, el entonces embajador suizo en Buenos Aires, Heinrich Schellenberg, coincidió con la cámara binacional de comercio en que el intercambio comercial entre ambos países podría ser muy superior porque existen trabas en su desarrollo.
“En Suiza, los empresarios siempre tienen visión de largo plazo y eso es una ayuda. Les permite seguir navegando cuando las aguas están agitadas. No obstante eso, sí vemos que se podría hacer mucho más en la Argentina, existe un potencial enorme. Y también hay muchas oportunidades perdidas”, definió entonces el diplomático.