El Banco Central (BCRA) hizo uso de una de sus competencias acordadas con el FMI para tratar de evitar una crisis en el mercado de capitales que amenazaba con dejar al ministro de Economía, Martín Guzmán, sin financiamiento para cubrir el déficit de las cuentas públicas. Ante las fuertes caídas de los precios de los títulos atados a inflación de la rueda de del miércoles, este jueves la entidad conducida por Miguel Pesce intervino comprando esos papeles de deuda ajustada por CER para sostener sus valores. Anses y otros organismos públicos acompañaron, pero con menor poder de fuego.
Los bonos indexados por CER sufrieron el miércoles caídas generalizadas que rondaron el 10% en algunos casos. Las dudas sobre la capacidad de Guzmán de seguir financiándose con esos papeles pesaron en el mercado y hubo fuertes salidas de dinero desde fondos comunes de inversión que operan ese tipo de emisiones de deuda.
En ese contexto, el BCRA decidió intervenir y comprar para evitar una corrida mayor contra esos papeles. Según fuentes del mercado, la salida de fondos comunes fue protagonizada originalmente por inversores institucionales y empresas este jueves se había extendido a inversores minoristas.
Los rendimientos de los bonos CER se dispararon ayer. Cuanto más alta es esa tasa, más bajo es el precio de un bono y mayor el riesgo que percibe el mercado al invertir en ellos. El BCRA busca bajar esos números. Fuente: 1816
Si los precios de los bonos CER se desploman, Guzmán se queda sin su principal herramienta a la hora de colocar deuda en el mercado. Así que el Gobierno dijo basta.
Fuentes con conocimiento de las operaciones confirmaron a Infobae que las compras oficiales tuvieron lugar este miércoles. La intervención va a sostener el precio, manteniendo tasas de rendimiento positivas para las letras y bonos ajustados por CER, aclararon.
Otra fuente del Gobierno confirmó que Anses acompañaba las compras, aunque el poder de fuego del organismo es mucho menor al del BCRA.
En una entrevista con Radio Nacional, Martín Guzmán ya había sugerido la posibilidad de salir a pelear al mercado. “Algunos nos testean, nosotros también podemos testear cuánto dinero están dispuestos a perder”, desafió en lenguaje críptico. Las compras al alza del BCRA, en caso de ser exitosas y subir el precio de los bonos CER, dejan en off side a los que vendieron a la baja.
En la salud del mercado de deuda en pesos, y específicamente en el de aquellos atados a la inflación, se juega la capacidad de Guzmán de conseguir que el mercado le preste dinero. Cuanto mayor sea la cifra que consiga, menor va a ser la necesidad de pedir financiamiento al Banco Central. De ahí que el Gobierno busque protegerla.
Sin embargo, mucho depende de cuánto le cuesta la pulseada al BCRA. Ya que para comprar bonos en pesos y empujar al alza sus valores la autoridad monetaria tiene que emitir dinero. A favor tiene que esa emisión monetaria no es, al menos no linealmente, una transferencia al Tesoro para pagar por déficit. Entonces no incumple metas del FMI. Pero a nivel monetario, si, son más pesos emitidos. Entonces el Banco Central necesita ganar la pulseada al menor costo posible.
En un principio, la llegada de la mesa de operaciones del Banco Central tuvo algún efecto sobre el mercado. El bono TX23, que había concentrado buena parte de las ventas, recuperaba 2% a media rueda. Los títulos más cortos también reaccionaban con pequeñas subas.
“Pareciera ser que tocaron piso y están recuperando levemente”, dijo un analista que prefirió mantener el anonimato. “El tema es el día después de estos precios, probablemente mañana haya rescates produzco de la performance de hoy de los fondos”, agregó.